Varia

Un grafiti en Complutum

La historia de Varia ha llegado hasta nosotros gracias a las labores arqueológicas realizadas en la Casa de los Grifos. El estudio pormenorizado de las pinturas recuperadas en esta domus hizo que los investigadores encontrasen un grafiti con el nombre de Varia en una de las estancias de la casa, en concreto en la denominada U.

Esta estancia fue interpretada como cubicula, un dormitorio o estancia polifuncional dedicada a albergar actividades como el aseo, acicalamiento o enseñanza de los niños.

Detalle del grafiti de Varia de la Casa de los Grifos.
Fragmento con el 'grafito' de Varia

El hallazgo de este grafiti ofreció más información a los investigadores sobre la familia que vivía en la Casa de los Grifos en el siglo II d.C. y sobre el nivel de alfabetización que existía en Complutum. La estancia donde se encontró estaba decorada con unas magníficas pinturas, con un esquema compositivo dividido en tres zonas, zócalo, zona media y zona alta. El grafiti de Varia se encontró en la zona media de la pared Este.

El dato

Conocemos el importante papel que algunas mujeres romanas tuvieron en la vida de sus hijos, como es el caso de Cornelia, madre de los Graco, que se ocupó personalmente de su educación.  Hay que destacar que la sociedad romana conoció siempre un buen número de mujeres altamente cultivadas.

El hecho de pensar que Varia debió ser una niña se justificó por la altura a la que se encontró el grafiti, a poco más de un metro del suelo. Encontrar un grafiti realizado por una niña no es extraño ya que en esta época tanto los niños como las niñas recibían formación en escritura, lectura y cálculo. 

Los niños eran educados en el entorno familiar por sus madres hasta los siete años, ya que, para los romanos, la familia era el medio natural donde debían crecer y formarse. A partir de los siete años pasaban a la escuela, que en épocas del imperio contaba ya con tres grados distintos: la educación primaria, frecuentada tanto por niños como por niñas, donde aprendían a leer y a escribir; la educación secundaria, mucho menos difundida, donde se aprendía la teoría gramatical, geografía y mitología, que también estaba al alcance de las mujeres;  y finalmente la enseñanza superior, donde se enseñaba el arte de la oratoria. Para el Imperio era muy importante la alfabetización de la población, ya que la escritura era su vía fundamental de propaganda.