Mundo mágico

Magia, adivinación y superstición

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La magia y la superstición tenían una importancia fundamental en el día a día de los romanos en la antigüedad. Ninguna decisión importante se tomaba sin consultar primero a los augures, que constituían uno de los cuatro colegios sacerdotales de la Antigua Roma. Hispania, como fundación del Imperio Romano, contaba también con un Colegio Augural con las mismas condiciones y derechos para los pontífices y augures de cualquier colonia.

Reconstrucción parcial del Auguraculum de Complutum.
El Auguraculum de Complutum

En Complutum existía un grupo de sacerdotes encargados de plantear preguntas a los dioses, hacer rituales y predecir el futuro. Se dividían en augures y auspicia, ambos encargados de asesorar en la toma de decisiones importantes a los magistrados. Los augures recurrían a la observación de las aves y de los fenómenos celestiales para predecir el futuro. Éste se comunicaba al magistrado, quién decidía si los dioses estaban de acuerdo o no en la decisión que se debía tomar. Los auspicia, sin embargo, se valían de la interpretación de las vísceras de los animales sacrificados para predecir buenos o malos augurios.
Todo era interpretado como una señal que los dioses enviaban para manifestar su presencia y expresar su voluntad. Para esta difícil actividad existían los “Libros Augurales”, manuales de instrucciones de la ciencia augural que se guardaban en los Colegios de Augures.

El dato

Plinio dejó clara su opinión sobre estas prácticas mágicas, criticando la facilidad con que la gente vinculaba cualquier fenómeno difícil de explicar a una causa mágica, denominando a la magia como fraudulentissima artium (arte fraudulenta).

Pero la magia y la superstición también se practicaban en el ámbito privado, en el interior de las viviendas. Con la religión se trataba de atraer el favor de los dioses y evitar sus castigos mediante plegarias y sacrificios. Sin embargo, con la magia, se intentaba someter la voluntad de las fuerzas superiores a través de la coacción. La práctica de la magia estaba penada hasta con la muerte y para regularla se crearon diferentes leyes, como la “Ley Cornelia de sicarios y envenenadores”. Había dos tipos de magia: la buena o blanca, que estaba más centrada en la sabiduría y a la adivinación; y la negra, que conjuraba a los seres del inframundo para conseguir resultados que no tenían un buen fin.

En Complutum, se han podido documentar ofrendas enterradas en el Auguraculum e incluso en lugares públicos, pero también en casi todas las viviendas que han sido estudiadas. En ambientes domésticos como en la Casa de los Grifos, se encontraron principalmente sacrificios animales asociados a contenedores de cerámica enterrados.

Complutum en movimiento

Vista aérea de las Termas Sur.Foro.Parque arqueológico Ciudad de Complutum
Mercado,ortofoto mostrando los restos diacrónicos: primero un edificio tipo macellum,luego una plaza abierta cerrada a su derecha por una fachada escénica.Imagen DGPC
Esquema del Foro.Hipótesis de la reforma del siglo III
Recreación virtual del Foro de las calzadas de la Ciudad de Complutum.
Vista aérea de las Termas Sur.Foro.Parque arqueológico Ciudad de Complutum
Termas Sur.Mercado
Esquema del Foro.Hipótesis de la reforma del siglo III
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Recreación virtual del Foro de las calzadas de la Ciudad de Complutum.
interpretación de las distintas tiendas que formaban el mercado
interpretación puesto mercado
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